Esta publicación explica cómo detectar las causas del pilling o encogimiento para ayudarte a reducir las tasas de devolución relacionadas con este fenómeno. Lo analizamos desde tres perspectivas: el hilo utilizado, su método de tejido y los detalles del acabado.
En cuanto a las prendas de punto, hemos descubierto que una de las principales causas de devolución son los problemas de calidad que surgen después de la compra, como la formación de bolitas, el encogimiento o la deformación de la prenda tras varios usos o lavados. Estos problemas no solo insatisfechos a nuestros clientes, sino que también perjudican la marca, generan un mayor inventario y aumentan el coste. Por eso es tan importante que las marcas y los compradores detecten y prevengan estos problemas a tiempo. De esta manera, fomentamos la confianza del cliente y, a largo plazo, impulsamos las ventas.
1. Problemas de pilling: estrechamente relacionados con el tipo de hilo y la estructura de la fibra
El pilling se produce cuando las fibras de nuestras prendas de punto se rompen y se retuercen, formando pequeñas bolitas de pelusa en la superficie. Esto es especialmente común en zonas de fricción como las axilas, los laterales o los puños. Varios tipos de materiales son especialmente propensos al pilling:
Fibras cortas (p. ej., algodón reciclado, lana de baja calidad): Cuanto más corta sea la fibra, más fácil será desprenderse y formar bolitas. Suelen ser menos duraderas y tener una textura más aterciopelada.
Las fibras sintéticas como el poliéster y el acrílico son resistentes y económicas, pero cuando se forman bolitas, esas pelusas se adhieren a la tela y son difíciles de eliminar. Esto hace que las prendas de punto luzcan viejas y desgastadas.
Cuando usamos hilos sueltos de una sola hebra, especialmente los más gruesos, las prendas de punto tienden a desgastarse más rápido. Estos hilos no resisten bien la fricción, por lo que son más propensos a formar bolitas con el tiempo.
2. Consejos para identificar el riesgo de pilling
Toque la superficie de la tela con la mano. Si tiene una textura excesivamente esponjosa o peluda, podría contener fibras cortas o poco hiladas, propensas a la formación de bolitas.
– Examine las muestras posteriores al lavado, especialmente las zonas de alta fricción como las axilas, los puños de las mangas y las costuras laterales para detectar signos tempranos de formación de bolitas.
-Pregunte a la fábrica sobre pruebas de resistencia al pilling y verifique que el grado de pilling sea de 3,5 o superior.
3. Problemas de encogimiento: determinados por el tratamiento del hilo y la densidad del material
El encogimiento ocurre cuando las fibras absorben agua y el tejido se afloja. Las fibras naturales como el algodón, la lana y la cachemira son las más propensas a cambiar de tamaño. Cuando el encogimiento es excesivo, las prendas de punto pueden volverse difíciles de usar: las mangas se acortan, los escotes se deforman y el largo también puede encogerse.
4. Consejos para identificar el riesgo de contracción:
Pregunte si el hilo está preencogido (por ejemplo, tratado con vapor o procesos de estabilización). Una etiqueta de preencogido reduce significativamente las sorpresas posteriores al lavado.
-Verifique la densidad del material visualmente o midiendo gramos por metro cuadrado (GSM). Las puntadas sueltas o abiertas indican mayor probabilidad de deformación después del lavado.
Solicite datos de la prueba de encogimiento. Si es posible, realice su propia prueba de lavado y compare las mediciones antes y después.
5. Técnicas de acabado: La garantía final de la estabilidad del producto
Además del hilo y la forma en que lo tejemos, los acabados influyen enormemente en el aspecto y la durabilidad de las prendas de punto. Aunque los compradores suelen pasarlos por alto, el acabado es donde realmente se determina la estabilidad del producto. Algunos problemas comunes relacionados con el acabado incluyen:
-Cepillado o levantamiento excesivo: si bien proporciona una sensación de suavidad al tacto, puede debilitar la superficie de la fibra y aumentar la tasa de formación de bolitas.
-Si no vaporizamos o estabilizamos adecuadamente la prenda de punto después de tejerla, puede encogerse de manera desigual y tener una tensión inconsistente.
-Cuando cosemos con una presión desigual, la prenda puede deformarse después del lavado, como torcerse o que el escote pierda su forma.




6. Consejos para evaluar la calidad del acabado:
-Comprueba si la etiqueta de cuidado incluye instrucciones de lavado claras. Si son imprecisas, podría indicar que el acabado no es bueno.
- Busque palabras como “tratamiento antiencogimiento”, “preencogido” o “acabado de seda” en las etiquetas o en la información del producto: estas nos indican que el producto fue bien tratado.
-Asegúrese de hablar abiertamente con la fábrica sobre cómo manejan el acabado, qué límites de calidad espera y cómo mantienen la consistencia.
7. Utilizar los comentarios de los clientes para realizar ingeniería inversa del riesgo del producto
Podemos utilizar las quejas de los clientes posventa para orientar el desarrollo de productos y la selección de proveedores. Esto nos ayuda a tomar mejores decisiones para el futuro.
Frases como:
– “Se forman bolitas después de un solo uso”,
– “Se encogió después del primer lavado”,
– “El suéter es más corto ahora”,
– “La tela se siente rígida o áspera después del lavado”,
Todas son señales de alerta relacionadas directamente con la calidad y el acabado de la fibra.
8. Sugerencias estratégicas sobre rendimientos decrecientes:
Cree un “Perfil de riesgo del producto” para cada SKU basándose en los comentarios posteriores a la venta y los datos de devoluciones.
Integrar criterios de abastecimiento de hilo durante el diseño del producto (por ejemplo, merino certificado por Woolmark, lana certificada por RWS o hilos probados según el estándar Oeko-Tex 100).
Capacite a los usuarios finales con las instrucciones de lavado y cuidado mediante etiquetas colgantes o códigos QR que enlazan a vídeos o guías de cuidado específicos del producto. Esto reduce las devoluciones por mal uso y fomenta la profesionalidad de la marca.
9. ¿El pilling significa baja calidad?
No siempre. Las telas más económicas, como el algodón o el poliéster de baja calidad, son más propensas a la formación de bolitas. Pero eso no significa que la formación de bolitas siempre sea sinónimo de mala calidad. Incluso materiales de alta gama como la cachemira pueden formar bolitas con el tiempo. La formación de bolitas ocurre incluso en las mejores telas. Más información sobre la formación de bolitas: https://www.vogue.com/article/remove-fabric-pilling
Conclusión: La selección inteligente de prendas de punto comienza con la ciencia y la estrategia
Para las marcas, detectar prendas de punto de mala calidad no se trata solo de su tacto o apariencia. Seguimos un proceso claro: revisamos la fibra, cómo se teje, el acabado y cómo las usan y las guardan los clientes. Al realizar pruebas minuciosas y ser conscientes de los riesgos, podemos reducir las devoluciones, mantener satisfechos a nuestros clientes y construir una sólida reputación de calidad.
Para nosotros, los compradores, detectar materiales de riesgo o problemas de construcción a tiempo ayuda a mantener un inventario saludable y aumentar las ganancias. Ya sea que se esté preparando para un lanzamiento de temporada o trabajando con un proveedor a largo plazo, puede realizar controles de calidad en cada paso, desde el primer prototipo hasta la posventa.
Si necesita una lista de verificación de control de calidad personalizable, un formulario de evaluación de muestra o plantillas de guías de cuidado en PDF para uso interno o de fábrica, contáctenos a través de este enlace: https://onwardcashmere.com/contact-us/. Nos complace ayudarle a generar valor para empoderar a su equipo y fortalecer la oferta de productos de su marca.
Hora de publicación: 04-jul-2025